martes, 29 de septiembre de 2015

Idea #18. Cuidemos a Nuestros Maestros. #Progresistas

1 maestro en 1 escuela. En promedio, 1 de cada 3 es “docente taxi”: trabaja en tres o más escuelas. Nuestros maestros tienen que trabajar casi 50 horas semanales para lograr un salario digno. Como se designan por materias y por sección, nuestros maestros deben acumular horas y horas de viaje, con estrés y cansancio, para poder alcanzar un ingreso que les permita vivir dignamente, en lugar de aprovechar ese tiempo para dedicarse a sus alumnos, en un contexto social donde deben responder todos los días a todo tipo de conflictos y necesidades. La forma de organización del trabajo docente es uno de los problemas más graves de nuestro sistema educativo e impacta directamente en el bienestar de los maestros y en la calidad del aprendizaje de nuestros chicos. No hay educación de calidad con docentes mal pagos y mal considerados profesionalmente.





A. El nombramiento de los profesores secundarios debe ser por cargo docente, no por horas, para lograr que un maestro tienda a concentrar su tiempo de trabajo en una misma institución.

B. Mejorar las condiciones de vida y trabajo de los maestros, garantizando un salario digno, con mayor participación del gobierno nacional en las discusión de la política salarial.

C. Facilitar los trámites burocráticos como autorizaciones para salidas didácticas y pedido de licencias, que hacen perder tiempo a los docentes. Garantizar el acceso a atención médica de calidad, e incentivar los docentes para que concentren horas en una misma escuela.

D. Prestigiar la profesión docente para que vuelva a ser una aspiración entre nuestros jóvenes. Solo se logrará con una mejora real de las condiciones de trabajo de nuestros maestros, lo que podrá ser acompañado además por campañas de comunicación. La caída en la aspiración a ser maestro dificulta la convocatoria de candidatos suficientes en varios distritos del país.

E. Dentro de la necesaria capacitación, priorizar la formación de equipos multidisciplinarios, con participación de los maestros, para avanzar a un cambio de paradigma pedagógico que supere el divorcio entre las nuevas generaciones y el molde escolar tradicional. No se puede seguir enseñando como hace 100 años. Hoy el maestro es un reproductor de conocimiento y el alumno es un pasivo receptor. La Argentina tiene que ir hacia una nueva lógica del saber escolar, donde el alumno sea protagonista y el docente su guía y orientador. Debemos ir a un paradigma en el que las nuevas tecnologías funcionen como mediación entre ambos. Queremos alumnos que tengan cada vez más autonomía para incorporar información y producir conocimiento. Transformaremos la clase en un espacio donde se “aprende a aprender”; un lugar común donde los alumnos investiguen y docentes guíen, hagan presentes los conceptos faltantes, posibiliten la confrontación de diferentes perspectivas e incentiven la curiosidad de los alumnos, para que descubran y transiten el camino de la producción del conocimiento. Para esto necesitamos al maestro en una mismo escuela, con los mismos alumnos, con tiempo para trabajar junto a expertos en múltiples disciplinas para realizar este cambio de paradigma