El pacto con los sospechosos del peor atentado sufrido por nuestro país es una cachetada a la búsqueda de verdad y justicia para los familiares de las víctimas del atentado a la AMIA, al sentido común y envió un mensaje al mundo que el gobierno argentino abandonaba la presión sobre Irán.
A. Garantizaremos el derecho a la verdad, justicia y reparación de las víctimas y sus familiares.
B. Garantizar que se lleve a cabo el juicio oral y público sobre el encubrimiento de la investigación del atentado a más tardar durante el segundo semestre de 2015, de acuerdo a la recomendación del Presidente de la Corte Suprema de Justicia de la Nación.
C. El Poder Ejecutivo se comprometerá a la cooperación en todos los aspectos que se encuentren a su alcance y en la medida del requerimiento que a esos fines formule el Poder Judicial.
D. Derogaremos el Memorando de Entendimiento con la República Islámica de Irán sobre la causa del atentado terrorista a la AMIA. Abandonaremos la estrategia de pactar con los sospechosos y con quienes violan los compromisos internacionales en cualquiera de sus variantes.
E. Compromiso para mantener la vigencia de las cédulas rojas respecto a los acusados iraníes ante INTERPOL.
F. Recuperaremos una política de estado de presión sobre Irán en los foros internacionales y en las relaciones bilaterales para aumentar sus costos de no cooperar con la justicia argentina y con las decisiones adoptadas por la conferencia de las partes de INTERPOL.
G. A partir de la decisión de INTERPOL, organización que coordina a todas las policías del mundo, de pedir la captura a individuos que ocupaban altos cargos en el gobierno iraním, plantearemos la cuestión AMIA como un acto de agresión del estado iraní ante el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, en consonancia con la Resolución 3314 de 1974 de la Asamblea General. El artículo 3 de dicha resolución caracteriza al acto de agresión como “el envío por un estado, o en su nombre, de bandas armadas, grupos irregulares o mercenarios que lleven actos de fuerza armada contra otro estado”. Una estrategia para incluir la cuestión AMIA en la agenda del Consejo de Seguridad permitiría a la Argentina aumentar las presiones sobre Irán para lograr el reclamo de verdad y justicia, en lugar de enviar cartas a último momento en el marco de negociaciones internacionales con hizo el actual gobierno.
A. Garantizaremos el derecho a la verdad, justicia y reparación de las víctimas y sus familiares.
B. Garantizar que se lleve a cabo el juicio oral y público sobre el encubrimiento de la investigación del atentado a más tardar durante el segundo semestre de 2015, de acuerdo a la recomendación del Presidente de la Corte Suprema de Justicia de la Nación.
C. El Poder Ejecutivo se comprometerá a la cooperación en todos los aspectos que se encuentren a su alcance y en la medida del requerimiento que a esos fines formule el Poder Judicial.
D. Derogaremos el Memorando de Entendimiento con la República Islámica de Irán sobre la causa del atentado terrorista a la AMIA. Abandonaremos la estrategia de pactar con los sospechosos y con quienes violan los compromisos internacionales en cualquiera de sus variantes.
E. Compromiso para mantener la vigencia de las cédulas rojas respecto a los acusados iraníes ante INTERPOL.
F. Recuperaremos una política de estado de presión sobre Irán en los foros internacionales y en las relaciones bilaterales para aumentar sus costos de no cooperar con la justicia argentina y con las decisiones adoptadas por la conferencia de las partes de INTERPOL.
G. A partir de la decisión de INTERPOL, organización que coordina a todas las policías del mundo, de pedir la captura a individuos que ocupaban altos cargos en el gobierno iraním, plantearemos la cuestión AMIA como un acto de agresión del estado iraní ante el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, en consonancia con la Resolución 3314 de 1974 de la Asamblea General. El artículo 3 de dicha resolución caracteriza al acto de agresión como “el envío por un estado, o en su nombre, de bandas armadas, grupos irregulares o mercenarios que lleven actos de fuerza armada contra otro estado”. Una estrategia para incluir la cuestión AMIA en la agenda del Consejo de Seguridad permitiría a la Argentina aumentar las presiones sobre Irán para lograr el reclamo de verdad y justicia, en lugar de enviar cartas a último momento en el marco de negociaciones internacionales con hizo el actual gobierno.
